(Lima, 26 de diciembre de 2019).- Mediante el uso de drones y cámaras multiespectrales, el Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI), a través del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), busca mejorar la capacidad de gestión de grandes extensiones de cultivos a partir del uso de índices de vegetación y la evaluación del efecto de déficit hídrico.
Las acciones vienen siendo realizadas por el Laboratorio de Investigación Tecnológica en Cambio Climático para el Sector Agrario de la Dirección de Desarrollo Tecnológico Agrario del INIA, en el Centro Experimental La Molina, donde se están investigando cuatro variedades de papa (amarillis, canchán, serranita y única) para determinar la variedad más tolerante a la sequía y la más eficiente en el uso del agua en base a dichos índices.
Los resultados de esta investigación serán publicados en los primeros meses del próximo año; con ello se espera promover una agricultura de precisión en el país, la cual se caracterice por la información, tecnología y gestión, así como contar con una herramienta de alerta temprana y adaptación frente a los efectos del cambio climático.
La papa es originaria de la cordillera de los Andes, y es considerada como uno de los cuatro cultivos de mayor importancia en el mundo. El Perú, por su parte, es el centro de origen de la mayor diversidad genética de papas nativas, donde este cultivo es producido en pequeñas unidades agropecuarias que favorecen la seguridad alimentaria de miles de agricultores y sus familias.
A pesar de ello, los rendimientos del cultivo de papa no son los esperados (INIA, 2013) debido a que, del total de la superficie dedicada a este cultivo en el país, solo el 30 % cuenta con riego, localizándose principalmente en la costa y en los valles interandinos; el otro porcentaje solo recibe agua en las temporadas de lluvias (secano).