(Lambayeque, 03 de abril de 2019).- Más de mil productores agrarios de caña de azúcar para panela orgánica granulada de los valles interandinos de las regiones de Piura, Lambayeque, Cajamarca y La Libertad, podrán mejorar los niveles de producción y productividad de sus cultivos, a través de la adopción de nuevas técnicas de manejo agronómico promovidas por el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) del Ministerio de Agricultura y Riego.
Los productores de las comunidades de La Victoria (Piura), La Succha Alta (Lambayeque) y San Martín (Cajamarca) han comprobado que pueden obtener una mayor rentabilidad económica con la introducción de nuevas variedades de caña y aplicando técnicas de manejo como el sistema de siembra en surcos a curvas de nivel, la fertilización orgánica y el control biológico.
Sin intervención técnica el productor obtiene en promedio un ingreso neto de 3 mil soles por hectárea. Con el sistema de siembra y producción propuesto por el INIA, el ingreso es superior a 15 mil soles por hectárea y en menor tiempo.
Con la tecnología del INIA se han logrado rendimientos superiores a 150 toneladas de caña por hectárea, obteniéndose más de 15 toneladas de panela orgánica de exportación. Mientras que con el sistema tradicional y uso de la variedad criolla, la producción alcanza 50 toneladas de caña y 5 toneladas de panela orgánica.
Además se logró reducir el tiempo de producción de 24 meses a tan sólo 18 meses, tanto para caña planta como para caña soca, resultado del rebrote del cultivo.
Alternativa tecnológica
El investigador en caña de azúcar del INIA, Ing. Asdrubal Ruesta Campoverde señaló que para obtener estos resultados se ha incorporado diversas técnicas agrarias para el manejo del cultivo, una de ellas es el uso del “Agro-nivel” para el diseño y trazado de surcos en curvas de nivel, que evitan la erosión y permite el mejor aprovechamiento del agua y la conservación de los nutrientes del suelo.
Además, para fortalecer las capacidades de producción orgánica y sostenible de los cañicultores se ha promovido la técnica de labranza mínima, la cual respeta las condiciones naturales del suelo, pues sólo se ara el surco donde se sembrará la caña.
Otro punto importante es la fertilización orgánica, haciendo uso de abonos como el guano de las islas, roca fosfórica, compost y humus de lombriz. “Estos insumos proveen de nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, entre otros nutrientes, que contribuyen en la obtención de un alto rendimiento de caña y panela por hectárea”, mencionó el investigador del INIA.
De igual manera, se ha promovido el uso de biocontroladores como avispas Trichogramma spp. y las moscas Billaea claripalpis, las cuales son de gran utilidad para mitigar la presencia del cañero, principal plaga en los valles interandinos, que logra mermar hasta en un 30% la producción. “Con la utilización del control biológico se ha logrado reducir esta cifra a 5%”, apuntó Ruesta Campoverde.
Esta nueva propuesta tecnológica se desarrolló en el marco del proyecto "Validación técnica económica de variedades promisorias de caña de azúcar de alto potencial de rendimiento de caña, azúcar y panela para las regiones de Lambayeque, la Libertad, Piura y Cajamarca", ejecutado a través del Programa Nacional de Cultivos Agroindustriales y de Agroexportación del INIA, con fondos del Programa Nacional de Innovación Agraria.